X Aniversario: Daniel Torres Burriel
Otro amigo (y socio, además) Daniel Torres Burriel y otra entrada más elogiosa de lo que uno merece. Insisto en que no es necesario escribir sobre este sitio para esta serie de envíos.
Se puede seguir a Dani a través de Twitter, en @torresburriel.
¡Gracias Dani!
Esta entrada se publica en el marco de Una invitación a los amigos de Reflexiones e Irreflexiones.
Se puede seguir a Dani a través de Twitter, en @torresburriel.
Nunca imaginé escribir un post para la casa de @fernand0...
... pero, cómo son las cosas, aquí estoy en ello tras su invitación pública a celebrar un especial cumpleaños con las aportaciones de quienes se animen (nos animemos) a ello. Me produce una sensación extraña: entre nervioso y abrumado; entre contentísimo y tímido. Pero vamos allá.
Me gustaría contar tres cosas que he aprendido pasando por esta casa, por mucho que el dueño insista en que no se hable de él. Es inevitable, y lo haré sin poner la más mínima gota de innecesario edulcorante.
La primera cosa que he aprendido pasando por aquí es que un blog es algo tan diferente a todo lo conocido que abruma. Un blog es alguien que cuenta cosas y las deja escritas para quien, en algún momento, las lea. Da igual el momento y da igual quién. Lo importante es lo dicho, y que lo dicho permanezca. Si a ello le unimos un estilo de redacción cercano, directo, con abundantes citas a fuentes y los justos enlaces, no se puede pedir mucho más. Ni se debe.
Lo segundo que aprendí leyendo este blog es que en internet, por mucha palabra rara, mucha corbata que veamos, y mucha tendencia que haya, lo importante son las personas, la gente. Imposible olvidar la entrada en la que se decía que Google compró gente cuando compró Youtube. Para mi comprensión de muchas claves de la llamada "economía digital" fue, y sigue siendo, una entrada fundamental.
Y lo tercero que quiero contar, aunque no por menos importante, es que pasar por este blog, en más de una ocasión me ha devuelto la motivación para escribir en el mio. Las tentaciones de las redes sociales y su inmediatez, son demasiado lamineras como para olvidar por momentos en blog de uno. Y reconozco que por momentos lo dejo de lado y lo cambio por 140 caracteres o por subir una foto en Facebook. Pero hay que decir que el placer de escribir, de contar una historia en un blog es otra cosa. Y eso sólo lo puede conocer quien tiene un blog.
Ni más ni menos. Que no es poco :)
¡Gracias Dani!
Esta entrada se publica en el marco de Una invitación a los amigos de Reflexiones e Irreflexiones.
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2012-01-17
09:38
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