La mezcla de las redes sociales en los sitios de redes sociales
Me gustó la entrada de Antonio Ortiz sobre ¿Cuántos grafos sociales vamos a tener? El caso de Spotify y Facebook porque creo que se aproxima a algunas ideas sobre las que yo andaba dando vueltas.
Tenemos una cierta 'perversión' enredadora que los sitios de redes sociales, en aras de simplificarnos la vida, no se si terminan complicándonosla (ellos no, sino nuestros 'amigos' que les proporcionan su lista de direcciones para que nos auto-amiguen sin demasiadas complicaciones). La riqueza de nuestra red social es que es nuestra (y única, a nuestra medida): nuestras relaciones por diversos motivos y actividades se mantienen discretamente cada una en su plano, sin interacción entre ellos más que cuando nos parece relevante y conveniente (los compañeros del trabajo, los amigos del colegio, los del bar al que solemos ir...).
Siempre pensé que a Spotify le faltaba esa capa de red social que cubra el hueco que las radios están dejando en la tarea de recomendadores (en tiempos sometidas a los designios de la industria y ahora, en muchos casos, en el más puro despiste. Con excepciones, como todo).
Pero me gusta más el modelo de BLIP.fm, que te ayuda a elegir 'amigos' diciéndote quiénes ponen canciones de los artistas que tú eliges, mediante los 'props' (palmaditas en la espalda) y los reBlips (heredados pero mucho mejor conseguidos que los de Twitter); sobre todo porque para tener música de fondo (¡herejía! escucho por allí, al fondo) uno no tiene que pensar mucho: simplemente elige alguna canción que le apetece escuchar y se deja llevar por lo que eligieron sus 'amigos' (o escucha algo que le recuerda un tema y lo busca ...).
¿Funcionaría esto con los 'amigos' de Facebook?
Pues no lo creo: esencialmente porque los 'amigos' no siempre se eligen por los gustos musicales (ni siquiera la pareja) y podemos llevarnos muy bien en otros planos (de la red social esa que tenemos y que pretenden integrarnos demasiado) pero no tener nada que ver en gustos musicales, culinarios o lo que sea.
Y también visto lo mal visto que está lo de Amigar y desamigar, que es objeto de vigilancia y observación para no seguir a demasiada gente que no nos sigue.
Los tiempos parecen ir en otra dirección, porque todos han emprendido el asalto a nuestra red social pero viene bien recordar la frase aquella
En todo caso, ya lo decía Isidro Maya el otro día Las redes sociales no son lo que eran (que es algo que tratamos de cuidar aquí, diferenciando las redes sociales de los sitios de redes sociales).
Tenemos una cierta 'perversión' enredadora que los sitios de redes sociales, en aras de simplificarnos la vida, no se si terminan complicándonosla (ellos no, sino nuestros 'amigos' que les proporcionan su lista de direcciones para que nos auto-amiguen sin demasiadas complicaciones). La riqueza de nuestra red social es que es nuestra (y única, a nuestra medida): nuestras relaciones por diversos motivos y actividades se mantienen discretamente cada una en su plano, sin interacción entre ellos más que cuando nos parece relevante y conveniente (los compañeros del trabajo, los amigos del colegio, los del bar al que solemos ir...).
La mayoría de servicios que están integrando Facebook están teniendo en cuenta esta variable y lo ofrecen como una opción complementaria y no única. Digg, Spotify, Yelp... todos te permiten agregar a quienes ya tienes como "amigo" en Facebook, pero quieren también que tu grafo social sea único y afín a la temática de su servicio.
Siempre pensé que a Spotify le faltaba esa capa de red social que cubra el hueco que las radios están dejando en la tarea de recomendadores (en tiempos sometidas a los designios de la industria y ahora, en muchos casos, en el más puro despiste. Con excepciones, como todo).
Pero me gusta más el modelo de BLIP.fm, que te ayuda a elegir 'amigos' diciéndote quiénes ponen canciones de los artistas que tú eliges, mediante los 'props' (palmaditas en la espalda) y los reBlips (heredados pero mucho mejor conseguidos que los de Twitter); sobre todo porque para tener música de fondo (¡herejía! escucho por allí, al fondo) uno no tiene que pensar mucho: simplemente elige alguna canción que le apetece escuchar y se deja llevar por lo que eligieron sus 'amigos' (o escucha algo que le recuerda un tema y lo busca ...).
¿Funcionaría esto con los 'amigos' de Facebook?
Pues no lo creo: esencialmente porque los 'amigos' no siempre se eligen por los gustos musicales (ni siquiera la pareja) y podemos llevarnos muy bien en otros planos (de la red social esa que tenemos y que pretenden integrarnos demasiado) pero no tener nada que ver en gustos musicales, culinarios o lo que sea.
Y también visto lo mal visto que está lo de Amigar y desamigar, que es objeto de vigilancia y observación para no seguir a demasiada gente que no nos sigue.
Los tiempos parecen ir en otra dirección, porque todos han emprendido el asalto a nuestra red social pero viene bien recordar la frase aquella
Vísteme despacio que tengo prisaporque podemos terminar tejiendo (o dejándonos tejer) una red que no nos sirve para nada.
En todo caso, ya lo decía Isidro Maya el otro día Las redes sociales no son lo que eran (que es algo que tratamos de cuidar aquí, diferenciando las redes sociales de los sitios de redes sociales).
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2010-05-06
19:30
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