Bitácoras, cierres y abandonos
No es el caso de aquel soldado fallecido que Yahoo! negaba a la familia el acceso a su cuenta de correo, sino mas bien la idea de que, vale, tal vez la familia de este hombre sabe mas o menos de donde salen las lentejas y los garbanzos pero, seguramente, sería un problema para ellos si falta de un día para otro y tienen que 'hacerse con el control' de la 'empresa familiar'. Nuevos negocios, nuevos retos y dificultades.
En el lado de la gente normal, que ni gana ni tiene mucho interés en esos asuntos siempre me ha llamado la atención la gente que abandona su bitácora y la borra y siempre me ha dado mucha pena: a lo mejor había algo allí que alguna vez puede serle útil a alguien, o mas adelante uno se arrepiente y quiere volver y recuperarlo, o ....
Por eso me gustó mucho la historia de Carmen en Quien cierra un blog pierde un tesoro.
Cuando alguien cierra un blog, cierra la posibilidad de volver "a verse" con esas personas. Es como cambiar de país. Es incluso peor porque no hay teléfonos a los que acudir, ni cartas que escribir a ninguna dirección. Es decirle a ese puñado de personas que nos han querido que ya te cansaste de charlar con ellos, que prefieres tomar otros rumbos, que bueno, vale, que gracias por haber estado... y ya está...
No lo borres, déjalo allí tranquilo. Tal vez algún día sea interesante para ti o, seguramente, lo será para alguien.
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