El País y el (ciber)sexo
El caso es que ahora me entero de que un convecino, que además tiene buenas relaciones con una convecina se tomó la molestia de enviar una carta al director que, ahora nos cuenta, fue publicada en el suplemento ese. Lo cuenta en Carta a El País Semanal.
La cosa tiene su miga, porque yo he conocido a un montón de gente interesante por la red (claro que, como no hay sexo por enmedio, igual no interesa). No sólo eso, sino convecinos y conciudadanos con los que tal vez no hubiera topado de otra forma.
Más miga aún porque uno duda sobre a qué se refieren exactamente con eso de relación que haya fructificado: si hablamos de cibersexo, supongo que fructificar es pasar un rato razonablemente bueno delante del computador y con otra persona, es fructificar (o tendrá que haber un email de agradecimiento o algo, después del pitillito virtual?): si hablamos de ligar, tal vez se refieran a conocerse (en sentido amplio y en sentido 'bíblico'), y así... Vaya, que no me aclaro.
Al final, vamos a ponerlo en cuarentena, a ver si no se dijo eso y en el proceloso proceso editorial algo cambió completamente el sentido de lo que se decía. Pero en caso de que eso fuera así, uno no duda que la buena señora pueda escribir un libro (eso es como bitacorear, uno se pone, escribe y ala, que salga el sol por donde quiera), o incluso publicarlo; pero que, encima, se hable de él en un diario, ya es para nota.
Hace un año
Terrorismo y política.
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