Más estrellas que en el cielo
Vaya.
¿Ven lo que decía? ya me estoy poniendo plasta otra vez.... a lo que íbamos.
El sábado, leyendo uno de esos suplementos de viajes que publican los periódicos me enteré de que he tenido sentados a mi mesa, y durmiendo en un par de mis camas a ¡dos cocineros con estrellas michelín! : un total de cuatro estrellas. Claro, cuando esto pasó no las tenían, y ahora que las tienen ... luego les cuento eso. La cosa fué, más o menos, así: uno de ellos era 'amigo fuerte de mi cuñada' y ambos estaban 'estudiando' en Donosti, en regimen de semi-esclavitud de uno de esos afamados restauradores. ¿Saben como puede alguien estudiar en casa de uno de esos 'chefs'? ... la cosa es sencilla ud. les pide (por sus méritos o mediante terceros) poder trabajar con ellos, ellos les dan comida (no de la del restaurante, ojo) y cama (literas en plan habitación de inmigrantes ilegales), y se ponen a trabajar para el restaurante en la brigadilla de cocineros aprendices: la excelencia que allí se respira, el control de los ayudantes del cocinero, y su propia pericia y habilidad, hacen el resto. La cuestión es que estos chicos estaban lejos del hogar, pero cerca de donde yo vivo, y nos hicieron una visita: comimos, charlamos, descansaron, ...
El estado actual de la historia es que el 'amigo fuerte' dejó de serlo, asi que no creo que ellos me vayan a invitar a comer a mí ahora. Humphrey Bogart decía aquello de 'Siempre nos quedará París', y a mi me queda decir eso otro de 'Siempre nos quedarán las recetas', en particular aquella del salmón adobado que es bastante sencilla de hacer y da un resultado excelente. Si quieren, otro día pongo la receta.
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