Hoy hemos visto un gran revuelo (en Twitter lo he visto yo) porque se anunciaba que El INE seguirá la pista de los móviles de toda España durante ocho días.
El experimento se basaría en seguir la localización de los teléfonos móviles para derminar flujos de movimiento, actividad y otros parámetros que pueden ser interesantes.

En esta bitácora ya hemos hablado algunas veces (desde hace años) de iniciativas como esta: ¿para qué quieres hacer encuestas o imaginar cómo es la realidad cuando puedes acceder a datos 'de verdad' sobre muchos parámetros de las ciudades y los ciudadanos?
Sirvan de ejemplo Demografía y demoscopía a través de internet, Demoscopía sexual, Demoscopia digital, ¿qué hacías mientras juraba Obama?, aunque seguro que hay más.

El caso es que se alude a nuestra intimidad, al gran hermano y a toda una serie de argumentos difíciles de comprender: esos datos están ya en poder de las operadoras. Ellas son las que se los proporcionarían a los gobiernos de manera anonimizada; antes de que nadie diga nada, los obtienen porque nuestro teléfono se conecta con las antenas para obtener el tan deseado acceso a la red correspondiente. Los conservan por requerimiento legal (Ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones); cuando alguien se pierde, o se comete un delito, creo que todos vemos con cierta satisfacción cómo esos datos se proporcionan a la policía para mejorar la información de que disponen.

Pero no sólo están esos datos, cualquier dispositivo móvil instala aplicaciones que siguen nuestros movimientos (y analizan, e informan sobre ellos) y la mayoría de las personas hacemos poco para evitarlo. Esta información la gestionan empresas cuyo fin último desconocemos y que nos ofrecen algún tipo de servicio que nos resulta conveniente o atractivo (Thousands of Android apps can track your phone — even if you deny permissions).

También hay otras formas en que las empresas y organismos variados pueden seguirnos, gracias a las antenas que incorporan nuestros teléfonos (Wifi, Wifitracking la nueva moda en retail y centros comerciales; Bluetooth, Así te vigilan las tiendas: "siguiendo" a tu teléfono móvil), y no podemos olvidar las omnipresentes cámaras.

Podemos imaginar las cosas malas que queramos, pero parece claro que el Instituto Nacional de Estadística está dispuesto a explorar un nuevo tipo de encuestas, que serían las que se pueden hacer cuando los datos se obtienen por nuestras acciones (agregadas, anonimizadas).
A lo mejor se podría haber hecho un sistema basado en el consentimiento para recopilar esos datos (aunque podemos recordar esa ley que habla de la Obligatoriedad de responder a determinadas encuestas) pero su validez estadística no hubiera sido la misma.
Hace años recuerdo haber participado en una plataforma de geolocalización que recopilaba tus datos y cada vez que alguien los pedía tenías que autorizar el uso; creo que no llegó a ningún sitio, ¿alguien la recuerda?

Tampoco será muy novedoso, una búsqueda rápida nos permite encontrar artículos académicos como [PDF] Mobile Landscapes: using location data from cell phones for urban analysis o Participatory Sensing: Crowdsourcing Data from Mobile Smartphones in Urban Spaces (probablemente no accesible de forma gratuita).
Ambos tienen ya unos años.
Modestamente, en Datos e internet contábamos algunas posibilidades ya en 2010.
Finalmente, conviene recordar la iniciativa del BBVA sobre datos de las transacciones realizadas con tarjetas de crédito que ofrecían como mecanimos para 'mejorar las decisiones de tu negocio y el conocimiento de tus clientes', PlayStats.

Ya lo decía Miguel de Unamuno (devuelto estos días a la popularidad por una película del cineasta Alejandro Amenábar), ¡que inventen ellos!: ¿vamos a dejar que sean las empresas y otros organismos los que desarrollen estas cosas porque cuando lo hacen entidades gubernamentales está mal? ¿Uno de estos organismos no puede tratar de mejorar sus estudios e informaciones con herramientas de uso habitual por parte de estas empresas?

Luz y taquígrafos con las metodologías, los resultados y los objetivos y veamos si, gracias a esta información que ya está disponible, podemos mejorar algunas infraestructuras, o caminos o la vida de los ciudadanos.

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