Un par de semanas con la Ubuntu tablet
Después de la mini-experiencia con el teléfono de Ubuntu (Un par de días con un Ubuntu Phone) tenía bastante claro que la tableta podría interesarme: no es un portátil pero tiene un pantalla mucho mayor que la del teléfono, más espacio para una batería y si vamos a tener que movernos proporcionaría un buen compromiso entre comodidad para leer, posibilidad de trabajar un poco en caso de necesidad y portabilidad (cuando no tenemos que hacer trabajo intensivo un portátil es más pesado y es posible que la batería dure menos, sobre todo por ese precio).
Se trata de la BQ Aquaris M10 Ubuntu Edition.
Hay que avisar que se trata de una tablet de precio no muy alto, así que no creo que tenga mucho sentido compararla con las de gama más alta (a las que no tengo acceso) en prestaciones, fluidez y otras cuestiones. Pero eso mismo hace que uno pueda probarla sin que el riesgo sea exagerado y llevarla por ahí sin la preocupación de romper algo muy caro.
Con este análisis preliminar decidí apuntarme en la pre-compra de la tableta en cuanto fue posible y me dispuse a esperar al momento de su llegada. La oferta incluía la tableta (elegí el modelo más sencillo, con una patalla de menor resolución), una funda (que no protege demasiado, la verdad) y un protector de pantalla.
La configuración cuando la arrancamos es muy sencilla: el idioma, la wifi para conectarse, algunas cuentas de servicios conocidos y poco más. La experiencia es lo que esperábamos (sobre todo después de haber tenido un rato el teléfono). Los gestos para manejarla son muy parecidos (aunque no siempre son todo lo fluidos que nos gustaría) y tenemos disponibles más o menos los mismos programas.
La experiencia mejora algo porque utilizando el GMail accedemos a la versión completa (y no a la móvil como nos sucedía con el teléfono), seguimos teniendo Dekko como cliente de correo (que no termina de funcionar de manera redonda pero hace el apaño) y una aplicación de calendario que tampoco es muy interesante (pero pudiendo usar el calendar no importa demasiado).
Tenemos un visor de documentos que nos permite leer de manera razonable (algo que no hubiera sido muy cómodo en el teléfono), podemos utilizar mensajería con gtalk, y también Telegram.
Sigue habiendo pocas aplicaciones (sobre todo por comparación con otros sistemas para tabletas) pero teniendo un teléfono celular normal no echo de menos ninguna de ellas en la tableta.
Siendo una primera versión hay que tener en cuenta que los programas tienen sus problemas y podemos esperar que se interrumpan y que el funcionamiento no sea perfecto.
Sigo sin verle la gracia a los Scopes y me pregunto si es una manera de atraer a usuarios muy básicos para que tengan algo que mirar mientras se habitúan a la maquinita.
Sorprende que no hayan incluido la posibilidad de ponerle una SIM (pensando en movilidad parece un fallo grave) y se puede acoplar un teclado bluetooth y que se parezca todavía más a un portátil.
También sorprende la decisión sobre la gestión de documentos: a pesar de tener acceso a los directorios de la máquina (incluso con una terminal) en este aspecto (y también con las fotografías, música, ...) se empeña en ser tableta, imponiendo restricciones sobre dónde se almacenarán para que puedan ser utilizados desde las aplicaciones correspondientes.
La batería aguanta un día de trabajo con una utilización continua (aunque no intensiva).
Aún le falta madurez, pero de momento puedo decir que estoy contento con la compra y que resuelve algún problema de movilidad a un precio muy competitivo.
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2016-05-03
23:40
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