Mucho se está escribiendo en estos días sobre el coche autónomo, sus accidentes (o no) y me gustó leer Humans Are Slamming Into Driverless Cars and Exposing a Key Flaw porque me recuerda lo difícil que es conducir cumpliendo las normas (incluso para humanos).

Sobre algunos golpes por detrás producidos por humanos agresivos o despistados, poco acostumbrados a conductores que respeten las normas:

Driverless vehicles have never been at fault, the study found: They're usually hit from behind in slow-speed crashes by inattentive or aggressive humans unaccustomed to machine motorists that always follow the rules and proceed with caution.

A veces es peligroso ser demasiado cauteloso (¿Quién no ha visto alguna vez el lío que produce alguien que va despacio por una calle o carretera?):

Ten days later, a Mountain View motorcycle cop noticed traffic stacking up
behind a Google car going 24 miles an hour in a busy 35 mph zone.

[...]

"I like it when people err on the side of caution. But can something be too cautious? Yeah."

Pero, claro, ¿nos atreveríamos a programar una máquina para saltarse la ley? Aunque sólo fuera un poquito, ¿Cuánto de poquito?

One approach is to teach the vehicles when it's OK to break the rules, such as crossing a double yellow line to avoid a bicyclist or road workers.

"It's a sticky area," Schoettle said. "If you program them to not follow the law, how much do you let them break the law?"

Nos esperan tiempos interesantes.

Etiquetas: coche, autónomo, vehículo, conducción, leyes, reglas, normas, peligro, gente

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