Credibilidad, utilidad, y un niño lee el periódico
Ya habíamos hablado de esto, pero es sábado y estoy perezoso para buscar enlaces.
Hay un buen (en sentido de grande) debate en Blogs vs periodistas profesionales sobre cuestiones de credibilidad de los medios tradicionales y de las bitácoras. JJ abunda en el asunto con su historia Bitácoras y credibilidad.
La historia de JJ tiene particular interés porque parece que muchas bitácoras difundieron cierta noticia, que resulto falsa, y luego no la desmintieron. Si hago mi propio muestreo, yo escuché la noticia aquella en varios medios de difusión tradicionales en hora punta y con grandes titulares, y el desmentido nunca llegué a escucharlo (claro, no estuve todo el rato pendiente, seguramente lo hicieron, pero me apostaría los primeros 25 bits de esta página a que no la desmintieron con la misma importancia que cuando la dieron). En todo caso, como no siguieron hablando de ello uno, que es avezado receptor de la información de los medios la desmintió en su subconsciente, y a otra cosa. Recuerdo ahora aquella historia de la mujer embarazada de un tipo que había sido obligada a levantarse la falda en un aeropuerto y que corrió como la pólvora en el mundo bitacorero (y que nadie después confirmó ni desmintió).
Pero también recuerdo aquella otra que provenía de medios tradicionales acerca de que dentro de 20 años no habría rubias : muchos medios se hicieron eco de la noticia (bitacoreros también) pero pocos la desmintieron. Aquí lo desmentimos, cuando nos enteramos de que Lo de las rubias era falso.
En todo caso, estoy completamente de acuerdo en que las bitácoras no son periodismo (no busco el enlace, si alguien lo quiere ya se lo pasaré), y que como medio de información general son (somos) birriosas.
Sin embargo, creo que eso no las invalida ni les resta utilidad. Sigo decenas de ellas, y puedo asegurar que gracias a ellas soy un mejor profesional: consigo información sobre temas muy específicos, casi siempre de primera mano (o cercana), explicados por gente que sabe de lo que habla, y con acceso directo (en forma de enlaces) a las fuentes originales del conocimiento. Información que en los medios tradicionales no aparecerá jamás y que si aparece, será debido a aspectos folkloricos, tratadas con ligereza, y totalmente fuera de contexto. Hay excepciones, pero son muy pocas.
Un ejemplo reciente: este verano falleció un conocido científico, padre de muchos de los aspectos que hoy son importantes en la informática (de la que dependen muchas cosas que interesan a informáticos y no informáticos). Rápidamente la noticia se difundió en la blogosfera, pero no terminábamos de creérnosla, porque ningún medio tradicional la confirmaba. La noticia se confirmó, pero la mayoría de los medios todavía no la han considerado relevante.
¿Soy creíble cuando hablo de política? Seguramente no. ¿Soy creible cuando hablo de otros asuntos? Pues depende. ¿Vale la pena leer lo que pongo aquí? Pues parece que hay unos cuantos que consideran que si, y la inmensa mayoría (los demás) que considera que no. Tampoco debería eso quitarle el sueño a nadie.
A mi no me lo quita, desde luego.
Lo del niño (que es niña).
Padre ojeando/hojeando el periódico, niña de 5 años revoloteando alrededor.
En una página hay una foto de un perro.
La niña: ¿Papá qué le ha pasado a ese perro?
El padre: Nada, ¿qué le iba a pasar?
La niña: Es que aquí (señalando al periódico) cuentan lo malo que pasa.
Puedes enterarte de las notas nuevas en: @reflexioneseir (Twitter), Reflexiones e Irreflexiones (Página de Facebook), Reflexiones e Irreflexiones (Canal de Telegram), fernand0 (en LinkedIn), @fernand0 (en Medium), Mastodon.
| Compartir/Share | por correo | en Twitter | en LinkedIn | en Facebook | en Google+ | en Delicious |