En internet nadie sabe si tienes 14 años
O, como decía el viejo chiste, si eres un perro.
Y además, como dijo John Gilmore, internet interpreta la censura como un fallo y busca de manera automática rutas alternativas.
Leo en Ana y Mia, princesas de Internet sobre las páginas pro-anorexia y bulimia y su tratamiento; hemos mejorado un poco desde hace cuatro o cinco años cuando se empezó a hablar de estas cosas; El Defensor del Menor denuncia la existencia de páginas en Internet que animan a caer en la anorexia: auto-promoción para que parezca que se hace algo y ya está (Internet peligrosa y La irresponsabilidad de los medios).
Cerrar las páginas puede ser algo necesario, pero no resuelve el problema como puede verse unos años después.
Pero, como dice en el artículo,
"Desde entonces, el fenómeno no ha dejado de crecer y consolidarse como una realidad", escribía José Miguel Campos en la revista Frenia, de historia de la psiquiatría (Vol. VII, año 2007). Después de cuatro años de estudio de las redes sociales de estas chicas, Campos, sociólogo de la comunicación, está convencido de que perseguir y cerrar páginas va contra la lógica de Internet. El número de webs pro-Ana y Mia creció un 470% entre 2006 y 2007, según la empresa de seguridad informática Optenet. Un crecimiento mayor que el de las páginas de redes sociales. "Nos creemos que cerrarlas es la solución. Mejor eso que nada, se suele decir. Pero puede que sea lo contrario: lo ocultas, lo estigmatizas, ellas se esconden, se crecen y radicalizan", explicaba Campos.
Típicamente, dejar de ver algo no significa que eso no exista; y que no esté en la web 'visible' no significa nada, claro.
Enrique Rodríguez, inspector jefe de la BIT y director del informe, defiende el cierre de estas páginas, pero reconoce sus efectos adversos: "Hay que cerrarlas porque son perjudiciales. Pero tampoco es seguro que sirva de algo: las chicas enseguida abren otras y, además, se las encierra en un gueto, se queda en algo secreto. Y eso tampoco es bueno".
Aunque también,
Algunos psicólogos reconocen que Internet ha limitado una parte clave de su terapia, el grupo, porque las chicas ya encuentran ese refuerzo en la Red. Para Protégeles (www.protegeles.com ), asociación en defensa de los derechos de la infancia, el gran problema se encuentra en que un 17% de los menores que navegan por Internet visita páginas en las que se hace apología de la anorexia.
Sobre la edad, y la autopromoción de algunos defensores, Tuenti reconoce la dificultad para verificar las cuentas de menores de 14 años:
Tuenti se ha comprometido con la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a implantar sistemas efectivos para limitar el acceso a su red de menores de 14 años, así como a depurar los perfiles actuales de quienes tengan esa edad, en un plazo de tres meses.
Es posible que puedan desactivar los perfiles de gente que haya puesto su edad real y sea inferior a 14 años, pero eso no hace muy probable que esa gente desaparezca de 'Tuenti' ni de la red.
Al final, el problema es el de siempre, supongo: menores que navegan solos y a los que nadie presta mucha atención hasta que ya es un poco tarde.
Las campañas de información entiendo que también son necesarias Ana y Mía (importante, con información para padres y educadores) y hace uno mucho hubo una campaña sobre el particular para posicionar en los términos de búsqueda 'delicados' páginas informativas, pero todos sabemos que el que no quiere entender, no va a leerse lo que le cuente un desconocido en la red: Posiciona Contra La Anorexia!.
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